Húsavík es una pequeña localidad en el norte de
Islandia a las orillas de la bahía de
Skjálfandi.
La población vive principalmente del
turismo y de la
pesca así como del
comercio y la
industria a pequeña escala.
El primer habitante del que se tiene constancia que permaneció en
Húsavík fue el
vikingo de origen sueco
Gardar Svavarsson quien dio a la zona el nombre de
Garðarshólmi. Hoy en día, un monumento en su honor recuerda aún este hecho.